viernes, 9 de septiembre de 2011

No me taladres - Coloquialismos


Taladrar: Causar una molestia intensa y desagradable en el oído de una persona
Los profesores de Lengua Extranjera suelen promover entre los alumnos el aprendizaje de la variedad estándar del idioma, es decir, enseñan a hablar un español neutro, correcto, que sirve como norma y modelo para todos los hablantes. Es una decisión acertada porque es esta variedad la que nos va a permitir entendernos con un mayor número de hablantes y en un mayor número de situaciones comunicativas.

No obstante, esto puede ser más que suficiente en un nivel inicial de aprendizaje pero conforme vamos adentrándonos en el idioma, necesitamos adquirir también el lenguaje de la calle, el de ir por casa, el español que hablan los hispanohablantes en las situaciones informales (que son la aplastante mayoría). Así, si queremos entender una coversación entre españoles en un bar, ver un película mexicana o leer un e-mail escrito por un argentino, necesitaremos tener nociones básicas del léxico coloquial.

En España las palabrotas o tacos forman parte integrante de la informalidad y el grado de aceptación social de estos términos puede sorprender a los extranjeros. Como muestra ilustrativa de ello, podéis leer el artículo ¡Groserías, vulgaridades! (Las palabrotas en España) del colombiano Juan Camilo, publicado en su blog De Cañas por Madrid.

Claro que no debemos confundir informal con vulgar y los aprendices tienen que ser muy cautelosos al usar los coloquialismos para no cometer errores pragmáticos y no herir sensibilidades.

Los puristas (académicos o lingüistas que conciben la lengua como una realidad estática) pueden afirmar que el lenguaje coloquial se desvía de la norma, "estropea" la calidad de la lengua. Yo opino todo lo contrario, los coloquialismos son una muestra clara del dinamismo de las lenguas, en constante transformación y enriquecen el idioma gracias a la creatividad de los hablantes.

Aunque en el dicciorario de la RAE podemos encontrar la mayoría de coloquialismos epañoles y saber además si el término es vulgar, despectivo, etc., algunos muy usados se les escapan, por ejemplo: friqui (alguien obsesionado por un hobby) potar (vomitar), petado (lleno) y yuyu (desmayo). Todas estas palabras sí podemos encontrarlas en este Diccionario del Español Coloquial, donde además de la definición de la palabra encontraréis un ejemplo de uso.

Aprender coloquialismos, además, suele ser divertido y ya se sabe que cuando nos gusta algo, ¡no nos cuesta! Para empezar, podéis consultar este post, que ofrece tres páginas para aprender jerga (pulsar 'LEER EN PANTALLA COMPLETA'). Periódicamente publicaremos artículos sobre este tipo de palabras tan populares.

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